sábado, 19 de mayo de 2012

1 CARTA DE PEDRO. 1,1-2.

1            1Pedro, apóstol de Jesús Mesías, a los emigrantes dispersos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia: 2a los elegidos mediante la consagración con el Espíritu, conforme al proyecto de Dios Padre, para responder a Jesús Mesías y recibir la aspersión de su sangre. Os deseo gracia y paz creciente.

EXPLICACIÓN.

1-2.        Remitente y destinatarios. Los emigrantes dispersos, cf. Sant 1,1; Heb 11,9; Gn 23,4 (de Abrahán); Sal 39,13. Se dirige a comunidades determinadas en un área muy extensa: Ponto-Bitinia ( una sola provincia con dos distritos), Galacia, Capadocia y Asia eran cuatro provincias romanas que cubrían la mayor parte del Asia Menor. Los cristianos, al revés que los judíos, no pertenecían todos al mismo pueblo; su vínculo de unión era la común adhesión a Jesús.

              La designación emigrantes indica la relativización del sentido de patria,  sustituida por la solidaridad entre las diversas comunidades. Los elegidos, los cristianos, en virtud de su consagración; ésta no se hace con ritos exteriores, sino por la infusión del Espíritu, que da al hombre una nueva plenitud, según el proyecto divino; responder, significado primario del gr. hypakoúô, cf. Rom 1,5; el verbo propio para "obedecer" es peitharkhéô, cf. Hch 5,29.32; 27,21; Tit 3,1.

              Los que responden a Jesús Mesías reciben la aspersión de su sangre, que, según Éx 24,3-8, simboliza la integración en la alianza, bajo la figura de la consanguinidad entre Dios y su pueblo. Aquí se trata de la alianza de Jesús; de hecho, la infusión del Espíritu, comunicación de la vida divina, es efecto de su muerte (su sangre).

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